Aunque pueda parecernos sorprendente, la festividad de los mayos es probablemente la celebración más antigua que ha sobrevivido en Corral de Almaguer a lo largo de los siglos. Tan arcaicos son sus orígenes, que necesitaríamos remontarnos varios cientos de años antes del nacimiento de Cristo, para poder datar las innegables influencias celtas, o celtíberas (como en nuestro caso) que aún perviven en sus rituales.
Y es que para las tribus centro-europeas que invadieron la Península Ibérica a lo largo del primer milenio antes de Cristo, los ritos de adoración de la naturaleza (los bosques, las aguas y los animales) constituían la base más importante de su cultura y eran una constante en sus celebraciones religiosas. Tanto es así, que buena parte de sus ceremonias giraban en torno a un árbol sagrado (una enorme encina en nuestra zona), que representaba la unión del hombre con Dios y alrededor de la cual se llevaban a cabo sus festividades y liturgias.
Lógicamente, para un pueblo de tan
arraigados vínculos con la naturaleza, la explosión de la
primavera suponía todo un acontecimiento, pues representaba la
superación de los rigores del invierno y el comienzo de un nuevo
ciclo de la vida. Ese regreso anual de la fertilidad a los campos,
los bosques y los animales, aseguraba la supervivencia de la
comunidad y se convertía por lo tanto en motivo de júbilo y
alegría para sus habitantes, que lo festejaban con numerosos
ritos, danzas y celebraciones de acción de gracias alrededor del
árbol sagrado. Este era también el momento oportuno para que los
jóvenes en edad de merecer, formaran pareja al amparo de ese Dios
de la fertilidad que les aseguraba el mayor de los milagros. La
procreación de los hijos.
El Mayo en un pueblo de Alemania |
Siglos después, la religión
cristiana intentó adaptar estas celebraciones paganas a sus
creencias particulares, asociando el principal símbolo de la
liturgia celta: el árbol sagrado o árbol de la vida, a otro símbolo
con similares connotaciones: el árbol de la cruz, que pasó desde
entonces a conmemorarse el primer fin de semana del mes de Mayo y daría
origen a la festividad de las cruces de Mayo, muy celebradas
en otros tiempos en Corral de Almaguer, pero que acabaron
eclipsadas por su coincidencia con la traída de la Virgen.
La festividad de los Mayos en la actualidad
A pesar de haber transcurrido más de
dos mil quinientos años, son muchas las localidades españolas
que aún conservan restos de aquellos viejos rituales celtas de
exaltación de la naturaleza y la fertilidad. Concretamente, en la
mitad norte de España (donde más se asentaron las tribus celtas)
se encuentra muy arraigada la costumbre de “plantar el
mayo”. Un altísimo árbol desprovisto de ramas y corteza
excepto en su cogollo final, que los jóvenes se encargan de
trasladar desde el monte hasta la plaza principal, para ser
adornado y levantado con la ayuda de toda la población. El árbol
presidirá desde entonces y hasta final de año las distintas
actividades del municipio y alrededor suyo se cantará, bailará y
celebrarán los principales acontecimientos festivos.
Plantando el Mayo en un pueblo de Soria |
El ramo en el balcón |
Trepando la Cucaña |
Los Mayos una fiesta
internacional
Después de haber verificado los
antiquísimos orígenes de esta festividad y sus innegables lazos
con las primitivas culturas centroeuropeas, no debe resultarnos
extraño comprobar que los mayos se celebren prácticamente en
todos los países Europeos y con rituales semejantes o parecidos a
los españoles.
El Mayo en la ciudad de Múnich |
En Francia, la festividad está
vinculada en algunas comarcas con la reina de la primavera o reina
Maya, personificada por una niña virgen como representación de
la pureza y el renacer de la primavera. En otros lugares se
cuelgan ramos en los balcones de las personas amadas, se hacen
batallas de flores o se plantan árboles en las plazas para danzar
y cantar a su alrededor. Así ocurría antiguamente en París y
concretamente en la plaza del palacio del Louvre.
En Inglaterra el primero de
mayo o “may day” es un día muy festejado por sus
habitantes y en algunas zonas, como el sur del condado de
Lancashire, se cantan unas canciones parecidas a los mayos. En
otras se recogen ramas y flores para adornan las ventanas y
balcones de las casas, o se baila el “Maypole” o vara
de mayo, que no es sino el mismo baile de trenzado del palo que se
baila en toda Europa y se bailaba en Corral de Almaguer
hasta no hace muchas décadas.
Bailando el maypole en Inglaterra |
En Suiza se hacen procesiones
de niños con arcos de flores y se quema un pelele de color blanco
que simboliza el invierno.
En Suecia se elige al Conde de
las flores la noche del treinta de abril
En los pueblos de la República
Checa, los jóvenes plantan el Màj o mayo en la plaza,
e intentan sabotear los de los pueblos vecinos.
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Y para no alargar más este artículo y finalizarlo de la manera adecuada, os dejo unas fotos de los cuatro grupos de mayos de Corral de Almaguer, que un año más nos anunciarán la llegada de la primavera interpretando el primer mayo en la puerta de la Iglesia.
Con Dios alhelíes
Con Dios azucenas
Adiós claro sol
Adiós
rosa buena
Rufino
Rojo García-Lajara (Abril de 2016)