HISTORIA DEL
POZO MÁS ANTIGUO DE LA LOCALIDAD: EL POZO VIEJO
El
Pozo Viejo en una fotografía de los años sesenta
Orígenes
Difícilmente podía haber
encontrado la sabiduría popular mejor nombre para este pozo, pues
la presencia en sus inmediaciones de cerámicas romanas del tipo
“terra sigillata”, el hallazgo de monedas del alto imperio (época
de máximo esplendor de Roma), así como su arquitectura y cuidado
empedrado interior, nos hablan sin lugar a dudas de un origen
romano y nos permiten datar su construcción aproximada entre el
siglo I antes de Cristo y los comienzos de nuestra era. El pozo
viejo tiene por lo tanto más de 2.000 años de antigüedad,
constituyéndose en la obra civil más antigua conservada en
Corral de Almaguer y encima en perfecto estado de funcionamiento.
Puestos a establecer algunos paralelismos, el pozo viejo sería
coetáneo de Julio Cesar, la reina Cleopatra, Herodes el Grande y
hasta del mismísimo Espartaco.
Fragmento
de terra sigillata encontrada junto al Pozo Viejo
Apoyan esta teoría otras dos
circunstancias singulares: la primera, el estar localizado en una
de las vías de comunicación romanas (calzadas) que procedente
del sur se dirigían a las grandes urbes del centro de la península
(Complutum, Titulcia, Segóbriga), atravesando el Cigüela por el
puente romano situado en el término de Puebla de Almoradiel; y la
segunda, el estar dedicado al Dios ibero-romano de las
profundidades y las aguas “Airón”, según parece demostrar el
hecho de que en la antigüedad a la zona circundante al pozo se la
denominara “zona del pozo airón”.
El
antiguo Puente Romano sobre el Cigüela en su ubicación
original
La calidad, cantidad y constante nivel freático de sus aguas, lo
convirtieron desde el principio en una de las principales fuentes
de abastecimiento de la villa, siendo, desde la edad media y prácticamente
hasta comienzos del siglo XX, el lugar preferido por los aguadores
o “azacanes” para llenar los cántaros de agua que más tarde
repartían por la población a lomos de sus borriquillos.
Estructura
Aunque poco sabemos de su estructura
interior (al estar en la actualidad cerrado y sin servicio al público),
las últimas investigaciones llevadas a cabo por José Luis
Mendoza nos hablan del cuidado empedrado de sus paredes, así como
de las numerosas reformas sufridas a lo largo de los siglos y el
curiosos sistema de arcos de medio punto que, mediante crucería,
sustentan el peso de las grandes losas de piedra en las que se
encuentran horadadas las ocho bocas que componen su brocal
exterior y han dado fama a este pozo a través de los siglos.
Pozos
y brocales con cuatro ojos o bocas en la vecina villa de
El Toboso
Ejemplos similares de pozos y con
parecidas técnicas de construcción y utilización de arcos de
medio punto para sustentar los brocales, podemos encontrar en la
cercana villa de El Toboso, donde existe hasta una ruta guiada por
este tipo de perforaciones para el suministro de agua de la
población, si bien su datación parece estar más cercana a la
edad media que a la época romana y el más grande de ellos sólo
tiene cuatro bocas.
Curiosidades históricas y anécdotas
Teniendo en cuenta la importancia y
valor estratégico del pozo viejo para el abastecimiento y salud
de los vecinos de Corral de Almaguer, han sido muchas y por
diferentes causas, las limpiezas y drenajes que se le han
realizado a lo largo de los siglos, con el objeto de mantener en
el mejor estado posible la pureza de sus aguas. En este sentido,
debemos recoger que en no pocas ocasiones la causa de la limpieza
fue debida a la aparición de algún cadáver flotando en su
superficie, bien por causas accidentales o intencionadas. Lógicamente,
un incidente de estas características conllevaba la posterior
desinfección y cuarentena de las aguas.
Con
los cántaros llenos de agua del Pozo
De entre todas las limpiezas y
arreglos llevados a cabo a lo largo de su historia, destaca la
restauración integral efectuada por el Alcalde D, Crisanto Ortega
a finales de la década de los 50, en la que además de la
limpieza de rigor, se saneó y valló la zona adyacente, se
construyó una caseta elevada y techada encima del pozo para
impedir al máximo la contaminación externa, se taparon los
brocales para evitar accidentes y se instaló un sistema de
extracción de agua consistente en una noria metálica de cadena,
dotada con cangilones del mismo material y accionada manualmente,
que vertían al exterior a través de un ingenioso sistema del que
podían abastecerse directamente los vecinos. El agua sobrante, lo
derramaba sobre una serie de abrevaderos en los que los animales
también podían saciar su sed.
Como anécdota final, recoger una
vieja leyenda de la edad media extraída de un viejo libro
existente en la parroquia (el nobiliario de los Gascos) que hace
alusión a este pozo y dice así: Encontrábase San Vicente
Ferrer camino del Corral de Almaguer para convertir a los judíos
de esa villa (año 1411), cuando, cansado y sudoroso por la dureza
del camino, vino a recalar en un pozo que los naturales de allí
llaman el viejo. Confortado de tal manera por la frescura y la
dulzura de sus aguas, dijo de su boca:”Te veras apurado pero
jamás agotado”
Cuidemos pues el pozo y el entorno
para que esa profecía siga siendo realidad
Rufino Rojo García-Lajara (Agosto de
2016)
(Con la inestimable colaboración de
José Luis Mendoza)