PROCESIÓN DE LA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SOLEDAD
Tú, Jesús, has muerto. Todo es tristeza, soledad, ausencias, añoranzas… Tú descansas ya y nosotros, junto a tu Madre, estamos reunidos con ella. Tu Madre se ha quedado sin su Hijo. Ella te ha visto sufrir tanto… Ella te ha acompañado en los momentos buenos y malos, y ahora… sola. Pero esa soledad de María es como una espera a una transformación, a una resurrección.
La Virgen de la Soledad, con su manto negro, es verdaderamente impresionante como imagen, y ha de servirnos para reflexionar algo más profundo, cuál es la "Soledad" que tuvo que sentir la Virgen María en El Calvario y en el Santo Sepulcro ante su Hijo, todos se fueron y Ella permaneció, era su Madre y una madre siempre permanece junto a su hijo.
La Virgen María es nuestra medidora ante su Hijo y cuanto le pidamos, seguro nos lo concederá, si es para nuestro bien, pero hemos de estar junto a Ella en todo momento, y especialmente en sus momentos de soledad , en la muerte de su Hijo.